ELECCIONES NACIONALES
Balotaje: qué tiene que pasar para que se dé la segunda vuelta
El sistema electoral argentino requiere que un candidato obtenga un porcentaje determinado. De lo contrario, se llevará a cabo una segunda vuelta, como sucedió por primera vez en 2015.
El resultado del 22 de octubre determina esto.
El 22 de octubre, en el país se elegirá al próximo Presidente de La Nación y su Vice, además de diputados y senadores, Jefe de Gobierno de la Ciudad y otros cargos provinciales. En el caso de los cargos a Presidente y Vice, qué tiene que pasar para que se dé lo que se llama balotaje o segunda vuelta.
Luego de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que se realizaron el 13 de agosto, el próximo paso son las elecciones generales el 22 de octubre. Pero esto no significará que se defina esa noche el próximo Presidente de la Nación.
Qué tiene que pasar para que haya balotaje en este 2023
Desde 1995, la legislación de nuestro país define que un candidato presidencial debe alcanzar el 45% de los votos afirmativos o por lo menos el 40% de los votos y una diferencia porcentual mayor a 10 puntos con respecto al segundo puesto, según los artículos 97 y 98.
En el caso en que ningún candidato logre esos números, hay lo que se llama segunda vuelta o balotaje, según una denominación de origen francés, que debe realizarse dentro de los 30 días de realizada la elección general.
Este hipotético escenario, se dará según estipuló la Cámara Nacional Electoral, el domingo 19 de noviembre. Una vez que se dé esta instancia, solo entre los dos candidatos más votados, ganará las elecciones el que obtenga la mayor cantidad de votos, no importa cuál sea el porcentual que saque.
También se prevé que si se llega a dar un balotaje, se realice un nuevo debate presidencial. El pasado 1 y 8 de octubre, en la Universidad de Santiago del Estero y en la UBA, se realizaron los debates presidenciales con los cinco candidatos.
Si llega a existir una segunda vuelta, se planifica un nuevo debate el 12 de noviembre pero ya solo con los dos que sacaron mayor cantidad de votos.
Cuando comenzó Argentina a usar la segunda vuelta
En 1995, un año después de la reforma de la Constitución Nacional, Argentina comenzó a usar este mecanismo que tienen algunos sistemas electorales en distintas democracias del mundo. Este balotaje – proveniente de la palabra ballotage en francés – implica una segunda votación entre los dos candidatos más votados en las elecciones generales.
Según esta reforma que se hizo durante el menemismo en la Constitución "un presidente asume su cargo cuando su fórmula ha obtenido más del 45% de los votos afirmativos o por lo menos el 40% de los votos y una diferencia porcentual mayor a 10 puntos con respecto a la fórmula que le sigue en cantidad de votos".
Y continúa explicando: “Si ninguna fórmula alcanzase esas mayorías, de acuerdo al artículo 150 y 151, se realizará una segunda vuelta dentro de los treinta (30) días en la que participarán solamente las dos fórmulas más votadas en la primera, resultando electa la que obtenga mayor número de votos afirmativos válidamente emitidos."
En el año 2015 fue la primera y única vez que se usó, con los candidatos Mauricio Macri y Daniel Scioli, en una segunda vuelta que ganó el líder del PRO.
Antes, se había establecido la posibilidad entre Néstor Kirchner y Carlos Menem en 2003, pero el ex presidente riojano vio que las encuestas lo daban como perdedor y se bajó de la candidatura, dejando a su contrincante de la provincia de Santa Cruz como presidente de la Nación.
En el año 2015 fue la primera y única vez que se usó, con los candidatos Mauricio Macri y Daniel Scioli, en una segunda vuelta que ganó el líder del PRO.